En una nota, el médico afirma que la eficacia de los medicamentos se traduce en la esperanza de vida de los afectados por la leucemia mieloide crónica, que es “prácticamente la misma” que la de la población general.
Pese al éxito, continúa preocupando la llegada de genéricos. “Contar con un fármaco más barato cambia la ecuación a nivel económico”, reconoce el especialista, según el cual lo verdaderamente importante es que los hematólogos no pierdan de vista los objetivos clínicos de la patología.
En ese sentido, Steegmann recuerda la necesidad de monitorizar con cuidado a los pacientes a nivel clínico, analítico y farmacológico cuando se sustituya un medicamento. “Se sospecha que la discontinuación del tratamiento podría hacerse después de 6 años y habiendo mantenido una respuesta molecular profunda de, al menos, 2 años”, añade el médico, respecto a un punto sobre el que todavía no hay consenso.
De acuerdo con el experto, la leucemia mieloide crónica es la patología neoplásica en la que más se ha avanzado en los últimos años. “No hay ningún otro cáncer que disponga de tantos fármacos eficaces y con un perfil de toxicidad tan estudiado”, agrega el presidente de la GELMC, que desde hace 7 años realiza estudios basados en Inmunología, células madre y genómica profunda.
“Las 2 armas contra la célula madre maligna son la inmunoterapia y los nuevos inhibidores de BCR-ABL”, destaca el responsable del grupo, que está ensayando un nuevo inhibidor (ABL001) y tiene en marcha varios proyectos sobre ultrasecuenciación con el objetivo de saber más sobre posibles factores pronósticos de la enfermedad.