Este procedimiento permite administrar dosis más elevadas de las que se administran mediante radioterapia externa al poder proteger durante la intervención los órganos con riesgo de toxicidad por la radiación. Al administrarse la radiación en una única dosis se evitan, en una gran parte, los casos posteriores de sesiones con el acelerador lineal.
“La radioterapia intraoperatoria combina la acción de la cirugía y de la radioterapia, técnicas que se ayudan y complementan mutuamente para poder curar diferentes tipos de tumores que presentan elevado riesgo de recaída o dificultades para la resección completa”, ha explicado la especialista en Oncología Radioterápica, Ana Bouché.
Para aplicar la radioterapia intraoperatoria es necesario un equipo multidisciplinar coordinado por un equipo formado por anestesistas, cirujanos especializados en oncología, cirujanos plásticos, radioterapeutas, patólogos, radiofísicos, técnicos de radioterapia, personal de enfermería y auxiliar.