En algún momento durante el curso de la enfermedad, uno de cada 2 hombres se somete a un tratamiento con ADT. Los resultados de la revisión sistemática de 28 informes y 27 ensayos clínicos sugieren que, tanto los bisfosfonatos como el denosumab, son fármacos adecuados para cuidar la densidad mineral ósea de pacientes con cáncer de próstata no metastásico que siguen esta terapia.
Además, señalan los autores, denosumab reduce el riesgo de fracturas vertebrales radiográficas. Aunque se necesitan más ensayos, los autores del trabajo que publica Annals of Internal Medicine consideran que es necesario llevar a cabo un enfoque más sistemático para la prevención de la pérdida ósea y el riesgo de fractura entre los hombres con esta enfermedad. Para ello, recuerdan, es necesario mejorar la educación sobre los efectos adversos de la ADT.