“Durante años, hemos sabido que las personas con niveles bajos de vitamina C tienen mayor riesgo de cáncer sin saber muy bien por qué. Nuestra investigación ofrece parte de la explicación, al menos, la relacionada con el mecanismo de formación de la sangre”, explica en un comunicado Sean Morrison, director del Children's Medical Center Research Institute.
Para conocer si la vitamina C era importante para las funciones que llevan a cabo las células madre, los investigadores utilizaron ratones que carecían de gulonolactona oxidasa (Gulo), una enzima clave que la mayoría de los mamíferos utilizan para sintetizar su propio ácido ascórbico. La pérdida de la enzima requiere que los ratones deficientes en Gulo solo puedan obtener la vitamina exclusivamente a través de la dieta, como sucede de manera natural en humanos.
La vitamina C afecta al epigenoma
Los investigadores pensaban que la deficiencia de la vitamina C provocaría un mal funcionamiento de las células madre, pero se sorprendieron al descubrir que las células continuaban desempeñando su actividad. Sin embargo, los casos con niveles muy bajos de ácido ascórbico mostraron más probabilidades de desarrollar leucemia.
“Las células madre utilizan ácido ascórbico para regular ciertas modificaciones químicas que se producen en el ADN que forman parte del epigenoma. El epigenoma y la función de las células madre se dañan cuando las células madre no reciben suficientes dosis de vitamina C, lo que aumenta el riesgo de leucema”, explica Michalis Agathocleous, autor principal del estudio.
Cambios en Tet2
Este aumento del riesgo está en vinculado a cómo la vitamina C limita la función de Tet2. Las mutaciones que inactivan Tet2 son un paso previo a la formación de la leucemia, según explican los expertos. Estos hallazgos tienen implicaciones en pacientes que tienen una patología conocida como hematopoyesis clonal en la que los pacientes tienen un mayor riesgo de tener leucemia y otras enfermedades.
"Una de las mutaciones más comunes en los pacientes con hematopoyesis clonal es la pérdida de una copia de Tet2. Nuestros resultados sugieren que los pacientes con hematopoyesis clonal que tienen una mutación en Tet2 deben procurar obtener el 100% de las dosis diarias recomendadas de vitamina C", explica Morrison.