La trombosis es la segunda causa de mortalidad, después del propio tumor, en pacientes de cáncer. Las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 en mujeres están asociadas a un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama y de ovario. Los investigadores han descubierto que ciertas mutaciones en el gen BRCA2 están además asociadas a unos niveles más elevados en los marcadores de trombosis y coagulación, independientemente de sí se padece cáncer o se está sana.
Tal y como ha explicado Antonio López Farré, miembro del equipo que ha desarrollado el estudio, “no es necesario desarrollar el cáncer para promover ese estado procoagulante cuando hay una alteración genética del BRCA2, ya que el incremento del riesgo de trombosis y coagulación se observa en mujeres portadoras de mutaciones en BRCA2 con y sin cáncer de mama”.
La metodología empleada por los investigadores fue a base de secuenciar genéticamente la expresión de proteínas en la sangre de cada paciente, comparando las que tenían cáncer y las que no. Las mutaciones en este gen alteraron los niveles de las proteínas asociadas con un mayor riesgo de trombosis y coagulación. Con estos resultados, los responsables del estudio sugieren estudiar la posibilidad de tratar con anticoagulantes a estas mujeres e incluirlas en terapias de seguimiento de la coagulación.