Natalia Carballo es jefa del Servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson Cáncer Center Madríd y una de las grandes especialistas en el uso de la radiocirugía. De hecho, la protagonista de la entrevista asegura que se trata de “un procedimiento no quirúrgico”. En este sentido, según Carballo consiste en la “administración de altas dosis de radiación dirigidos sobre tumores de un tamaño determinado”. En este sentido, reconoce la especialista que, normalmente, los tumores que se eligen para tratar con radiocirugía son “los primarios o de pequeño tamaño (menos de 5 centímetros)”. No obstante, también se emplea en metástasis de órganos como el pulmón, el cerebro o la médula ósea, porque “no son fácilmente accesibles a la cirugía tradicional”.
Beneficios
Natalia Carballo incide en que la radiocirugía puede emplearse en 2 tipos de pacientes. Los primeros son aquellos que, por ejemplo, tienen un cáncer de pulmón con comorbilidades la cirugía no es útil o no puede realizarse debido a que “al hacer una resección quirúrgica supondría dejar a esa persona con una función pulmonar muy mala”. El segundo caso de pacientes serían las personas con múltiples metástasis porque “no puedes operar cada una de ellas”.
La jefa del Servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson asegura que el beneficio fundamental de esta técnica es “evitar la cirugía”. A su juicio, los pacientes que tienen esta enfermedad y requieren de quimioterapia, “su estado general no es el más conveniente”. Por tanto, la radiocirugía permite ser “muy agresivo” pero, además, “ser curativo”, sin la necesidad de “pasar por una cirugía o un postoperatorio”.
Tipos de pacientes
Normalmente, el paciente que acude a su consulta son personas con metástasis. Un ejemplo destacado son las mujeres con cáncer de mama y, además, tiene metástasis cerebrales, óseas, pulmonares o hepáticas. Otro tipo de pacientes que asisten a la doctora Carballo son personas con tumores pulmonares. Asimismo, pacientes con cáncer de próstata o de colon, metastásico a huesos también se ponen en manos de esta especialista en Oncología Radioterápica.
Natalia Carballo reconoce que este tipo de pacientes es el más común porque “son las patologías de diagnóstico más frecuente”. Asimismo, incide en que “tratamos con radiocirugía las patologías más prevalentes: mama, colon, próstata y pulmón”. Además, señala que, al no conocer esta tecnología, los pacientes muestran su preocupación. Por esta razón, considera que hay que explicarles que es “un tratamiento radical y curativo, al mismo nivel que la cirugía. Tenemos que insistirles en que es un tratamiento muy preciso que apenas tiene efectos secundarios”.
Casos difíciles
La facultativa reseña que, en general, el procedimiento es complicado. Requiere de un equipo muy entrenado y de personas que llevan muchos años realizando esta técnica para que sea satisfactoria en cuanto a resultados y no tóxica. “Son procedimientos que, al aplicar dosis tan altas de radiación, si no se aplican de forma correcta podrían generar muchos efectos secundarios” en el paciente.
Sin embargo, considera que si el equipo es experto y está entrenado para hacer esto “habitualmente el procedimiento es sencillo”. No obstante, en su dilatada trayectoria profesional se ha encontrado con casos complejos, sobre todo, aquellos en los que los tumores rozan el corazón o están muy cerca del nervio óptico porque “podemos provocarles efectos secundarios irreversibles”.
Comunicación del diagnóstico
Natalia Carballo destaca que cuando se hace la especialidad no hay un entrenamiento específico para “dar malas noticias”. Si bien es cierto que las personas que trabajan con pacientes que tienen esta enfermedad “tenemos una habilidad, una empatía que hace que no sea difícil informarle de su diagnóstico y cuáles son sus expectativas, pero siempre diciéndole la verdad».
La doctora recuerda que nunca hay que quitar la esperanza al paciente, ya que, a su juicio, si se la quitas, “le quitas las ganas por las que luchar”. Por tanto, dejan de someterse a tratamientos que, en principio, son duros, porque “hoy en día el cáncer se cura en un alto porcentaje de casos”. Por último, la experta recuerda que lo más importante es que los médicos “trabajamos para curar al paciente siempre que la enfermedad no esté avanzada, o si no podemos curarles, cronificarles y darles calidad de vida”.