Según recoge la agencia EFE, el objetivo del estudio es probar la seguridad y eficacia de este tratamiento contra el cáncer de próstata en un total de 110 pacientes. La técnica necesita de una resonancia magnética intraoperatoria de 3 Teslas, máxima potencia permitida para el estudio del cuerpo humano, tal y como informa el hospital pamplonés en un comunicado.
De acuerdo con el investigador principal, Ignacio Pascual, se trata de un método no invasivo para proporcionar una ablación “exacta y precisa” de la próstata mediante la coagulación térmica la glándula prostática hacia su límite externo, respetando la uretra. “De este modo, se preserva el tejido sano próximo a la próstata”, señala el director del Departamento de Urología de la CUN.
Para el tratamiento, el especialista debe introducir una sonda rígida específica a través de la uretra para llegar hasta la próstata. La resonancia magnética intraoperatoria es necesaria para colocar en el lugar exacto la sonda, que lleva los elementos activos que generan los ultrasonidos. Tras la intervención, los pacientes deben portar una sonda suprapúbica hasta reinstaurar una micción normal.
La técnica tiene bajos índices de complicaciones y baja morbilidad, según el investigador de la CUN, que participa en el ensayo junto a un centro dependiente del Hospital Bellvitge. También intervienen en la investigación otros 10 hospitales de Alemania, Estados Unidos y Canadá.