La investigación, dirigida por los doctores Petronila Penela y Federico Mayor, de la UAM en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, explica cómo el diseño de fármacos dirigidos contra HER2 o los receptores de hormonas ha sido guiado por la sobreexpresión de la proteína HER2 en el 20% de los casos de cáncer de mama o por la sensibilidad al estrógeno y progesterona en tumores de tipo luminal.

Los colaboradores han identificado la sobreexpresión de la cinasa GRK2 en modelos experimentales de cáncer de mama y en pacientes con carcinoma ductal. La proteína estimula el crecimiento del tumor regulando la actividad de HDAC6 y Pin1, 2 factores imprescindibles en la señalización oncogénica de células tumorales de mama luminales y basales. La modificación de HDAC6 por GRK2 permite la de-acetilación y la activación de Pin1, lo que estimula numerosos factores mitóticos y la proliferación celular.

Los tumores triple negativo (negativos para el receptor de estrógenos [ER], de progesterona [PR] y el receptor [HER2]) cuya evolución es agresiva, no pueden realizar terapia dirigida porque son compuestos citostáticos y citotóxicos con efectos secundarios.

Es fundamental, consideran los investigadores, “encontrar nuevas dependencias moleculares en el crecimiento y la viabilidad de las células cancerosas con el fin de detener la progresión de la enfermedad. Un aspecto a tener en cuenta es que el potencial terapéutico puede verse limitado por resistencias cuya base molecular no se conoce y favorece la metástasis.