Según informa LabMedica, la prueba detecta mutaciones en el gen ESR1. Esas alteraciones identifican los receptores del estrógeno han evolucionado para permanecer encendidos de manera continua; eso indica que los tratamientos bloqueadores de la producción de estrógeno ya no van a ser efectivos.
Para conseguir ese resultado, los investigadores analizaron muestras de sangre de las casi 800 participantes de 2 grandes ensayos clínicos de fase III de nuevos tratamientos para los cánceres de mama avanzados, positivos para el receptor de estrógeno. Para extraer el ADN, usaron el kit de ácidos nucleicos circulantes QIAamp de Qiagen.
Casi el 40% de las muestras tenían mutaciones en el receptor de estrógeno. En esos casos, el tratamiento con fulvestrant fue más eficaz a la hora de retrasar la enfermedad que la terapia con exemestano. La eficacia de ambos tratamientos era la misma en las mujeres que no tenían mutaciones en el gen ESR1.