La Universidad de Zaragoza ha recogido en su informe Relatos de madres adolescentes en la España actual, los testimonios de 32 jóvenes de entre 18 y 29 años que tuvieron su primer hijo antes de finalizar la adolescencia. El objetivo del trabajo es, según explican los propios autores, ahondar en el significado que las madres adolescentes otorgan al embarazo y la crianza, así como en la compatibilización con su transición a la vida adulta.
“La maternidad en adolescentes ha sido relativamente poco estudiada en sus causas y efectos hasta principios de los años 90”, argumentan los autores. Los trabajos publicados desde entonces se han centrado en colectivos socialmente vulnerables, con historiales de pobreza o violencia familiar; sin embargo, “datos recientes evidencian que las prácticas de riesgo ya son bastante generalizadas en la juventud española”.
En las últimas décadas ha aumentado tanto el número de adolescentes sexualmente activas, como la edad media de iniciación sexual y la prevalencia de abortos voluntarios. Así mismo, la tasa de fecundidad adolescente se duplicó entre 1996 y 2008, pasando de 7,37 nacimientos por 1.000 mujeres entre 15 y 19 años a 13,3 nacimientos. Aunque esta cifra ha ido disminuyendo, en 2015, la tasa de fecundidad adolescente era de 7,74; casi el mismo nivel de hace 20 años.
Tras analizar el perfil sociodemográfico de las madres adolescentes y sus trayectorias reproductivas (métodos anticonceptivos, intervalo entre partos, etc.) individuales (proyecto de vida en pareja, incorporación laboral, etc.) y familiares, así como los apoyos con los que cuentan, los autores han concluido que, “aunque las familias de origen desempeñan un apoyo indispensable, tienden a asumir un rol dominante e invasivo que entra en contradicción con la autonomía de las madres adolescentes”.
El fenómeno, destacan, “crece en complejidad cuando la maternidad ocurre antes de los 16 años ya que, en algunos casos el mismo embarazo resulta ser revelador de la violencia que se vivía desde antes de que se produjera o de conductas afectivo-sexuales de riesgo”. Las consecuencias médicas, psicológicas y sociales del embarazo en adolescentes “justifican intervenciones políticas y actuaciones preventivas”.