En la investigación, los autores analizaron la presencia de ARN de enterovirus en 1.673 muestras de heces de 129 niños que habían desarrollado anticuerpos frente a los islotes pancreáticos, y en otro grupo control de 282 menores que no presentaban anticuerpos y a los que se examinó a través de 3.108 muestras fecales.
La infección por enterovirus y su relación con la diabetes tipo 1 ya había sido analizada en estudios anteriores. Sin embargo, los autores del estudio consideraban que este vínculo podría ser casual y no causal, motivo por el que, en este nuevo estudio, los investigadores decidieron seleccionar una muestra más amplia.
Los análisis mostraron mayor frecuencia de infecciones un año antes de que los participantes desarrollaran los anticuerpos frente a las células beta. Concretamente, la incidencia de infecciones por enterovirus fue 3 veces superior en los niños con anticuerpos que en el grupo control.
“Los resultados sugieren que las infecciones por enterovirus, detectadas a través de ARN del virus en las heces, se asocian el desarrollo de autoinmunidad frente a los islotes pancreáticos con varios meses de distancia en el tiempo”, según explican los autores de la investigación.
De las muchas variedades existentes de enterovirus, el virus de Coxsackie fue el que apareció con más frecuencia en los análisis de heces. Concretamente en su tipología A4 (28%), A2 (14%) y A16 (11%), por lo que la infección por enterovirus podría delimitarse más a este virus específicamente.