La European Society for Medical Oncology (ESMO) tiene un departamento dedicado a la política sanitaria que reivindica que lo médicos formen parte de las políticas públicas destinadas a luchar contra el cáncer o, al menos, sean consultados por los políticos. La organización reivindicó durante el congreso la necesidad de que la Unión Europea tome medidas sobre varios temas como:
- Promoción del acceso a los medicamentos contra el cáncer.
- Aumento de las ayudas a la investigación de especialistas.
- Disminución de los precios de los medicamentos.
- Promoción los biosimilares.
Los expertos indicaron que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el pasado mes de mayo un plan de acción global para prevenir y demandar resoluciones en el tratamiento contra el cáncer. “El plan publicado por la OMS es un gran paso, pero se necesita que se involucren otros actores como las farmacéuticas, el colectivo médico en su totalidad y los propios pacientes”, señaló Tabernero.
Entre los problemas principales que la ESMO apunta como críticos, está el alto precio de algunos medicamentos oncológicos, la falta de investigación en varios campos de la especialidad y la falta de promoción de los biosimilares. Los expertos han aclarado que existe una escasez de recursos a nivel mundial y que se deben tomar medidas contra la falta de medicamentos: “Es necesario una legislación que notifique cuando una medicina escasea en el mercado, catalogar las medicinas que más escasean y crear una liste de medicamentos esenciales que nunca deben faltar”, indicó Rosa Giuliani, oncóloga en el Hospital Camillo-Forlanini de Roma.
Los médicos comentaron que la escasez de medicamentes se deben a razones como falta de productores y el bajo impacto que algunos medicamentos producen en el mercado. “Existe en el mercado un antibiótico que suele escasear, ya que solo existe una fábrica en el mundo que lo produce. Además, algunos medicamentos no interesan a los fabricantes, ya que no producen grandes ganancias”, señaló Alexandru Eniu, especialista del Cancer Institute Ion Chiricuta de Rumanía.
Por este motivo, la ESMO señaló que se debería incentivar a los productores con mejoras de sus infraestructuras, de modo que resulte menos costoso producir los fármacos. Sobre los biosimilares, la organización subrayó que no se promueven como deberían y que, en la actualidad, se llevan a cabo iniciativas para promover estas medicinas entre los médicos, la industria y los pacientes. “Por el momento son muy caros, pero esperamos que haya una baja de, al menos, un 30% en su precio actual”, indicó Guliani.