Entre el 15 y el 20% de las mujeres que dan a luz tiene depresión posparto, según indican los científicos en un comunicado de prensa. Esto afecta al vínculo materno filial y puede tener graves consecuencias para los 2. Los bebés que tienen madres con depresión suelen estar más descuidados y experimentan problemas para comer, dormir y desarrollarse con normalidad.
Los investigadores seleccionaron a un grupo de mujeres embarazadas con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años. El 78% eran blancas y el 22% eran afroamericanas. Todas las mujeres habían sido previamente diagnosticadas con un trastorno del estado de ánimo, como depresión mayor o trastorno bipolar.
Casi un tercio de ellas fueron previamente hospitalizadas debido a complicaciones por su trastorno del estado de ánimo, y el 73% tenía más de una enfermedad mental. Además, durante el estudio, el 75% de las participantes estaban deprimidas en algún momento de la investigación y el 76% del total de la muestra utilizó medicamentos psiquiátricos.
Diferencias en el segundo y tercer trimestre
Durante el segundo trimestre (20 semanas de embarazo) y el tercer trimestre (34 semanas de embarazo), cada participante hizo una prueba de estado de ánimo y fue sometida a un análisis de sangre, en el que se midieron los niveles de progesterona y alopregnanolona. 40 participantes participaron en la recogida de datos en el segundo trimestre, y 19 de estas mujeres (47,5%) desarrollaron depresión posparto en 1 o 3 meses después del parto.
De las 58 mujeres que participaron en la recogida de datos del tercer trimestre, 25 (43,1%) desarrollaron depresión posparto. 38 mujeres participaron en las 2 colecciones de datos trimestrales. Los investigadores no encontraron ninguna relación entre los niveles de progesterona en el segundo o tercer trimestre del embarazo y la probabilidad de desarrollar depresión posparto.
Tampoco encontraron ninguna relación entre los niveles de alopregnanolona en el tercer trimestre y la depresión posparto, pues existían otras variables que consideraron que podían afectar a este grupo de mujeres. Sin embargo, hicieron notar una relación entre la depresión posparto y bajos niveles de alopregnanolona en el segundo trimestre.
Las conclusiones del estudio sugieren que niveles más altos de alopregnanolona en el segundo trimestre podrían proteger contra la depresión posparto. Por este motivo, los investigadores de la Johns Hopkins University han comenzado un ensayo clínico para comprobar si la alopregnanolona se puede utilizar como tratamiento en mujeres con riesgo de tener depresión posparto con el objetivo de prevenirla.