El efecto positivo de HIFU (ultrasonido focal de alta intensidad) en el control de los síntomas del párkinson se pretende confirmar en un estudio que está llevando a cabo el Centro Integral de Neurociencias AC HM CINAC, según confirmó el director del mismo, José A. Obeso, durante la jornada Enfermedad de Parkinson: logros y retos. Dicho estudio es la continuación de otro publicado en la revista The Lancet Neurology.

Según ha informado HM CINAC, el evento ha servido para exponer el éxito logrado en las intervenciones con HIFU realizadas en pacientes con párkinson. Esta técnica consiste en lanzar haces de ultrasonidos hacia un punto diana para aumentar la temperatura del tejido cerebral de forma progresiva y controlada, hasta realizar una termolesión. Esta técnica ha permitido mejorar el temblor, la lentitud de movimientos o la rigidez de los efectos de párkinson.

“El reto principal es impactar sobre la progresión de la enfermedad y enlentecer su avance. En este sentido, el ultrasonido podría ser una herramienta para conseguirlo”, señaló Obeso, cuyo equipo considera que la aplicación temprana podría revertir de forma precoz “algunas de las alteraciones fisiopatológicas” que provoca. Esto, aseguró, “podría hacer que la progresión fuera más lenta”.

“Pasados ya casi dos años desde que se les realizó el tratamiento, como esperábamos, en casi todos los pacientes persiste una mejora muy significativa de su estado motor. El lado del cuerpo que les tratamos está mejor que antes de realizar el ultrasonido. Y creemos que eso se va a mantener”, comentó el especialista, que explicó que el nuevo ensayo tiene como objetivo ampliar la muestra y reforzar la evidencia científica.

En la jornada participó también Alan Crossman, de la Universidad de Manchester, que de acuerdo con Obeso es “la persona que indudablemente ha tenido una mayor influencia en el conocimiento del rol del núcleo subtalámico” en esta enfermedad. “Fue quien descubrió que uno de los aspectos fisiopatológicos claves de la enfermedad era el exceso de actividad neuronal en ese núcleo”, añadió.

Este descubrimiento, continuó, “permitió sentar las bases del tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson, que a día de hoy ha mejorado la calidad de vida de decenas de miles de pacientes. Sin su papel probablemente no estaríamos realizando esta jornada hoy”. Por otro lado, la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, habló sobre la posibilidad de detener el envejecimiento.