El análisis del ganglio centinela, dicen desde el grupo hospitalario, en los tumores ginecológicos es muy útil para decidir qué actitud tomar y evitar los efectos secundarios de las linfadenectomías. Sin embargo, detectar al ganglio centinela no es sencillo si está situado en zonas atípicas.
Para saber dónde se sitúa con exactitud el ganglio centinela, se está usando una inyección de albumina-tecnecio 99, sustancia radioactiva que localiza al ganglio mediante una gamma-sonda. Poco a poco, empieza a utilizarse el verde de indocianina, una sustancia fluorescente, que facilita encontrar el ganglio centinela.
Sara Iacoponi, ginecóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, aseguró que el uso de ambas técnicas incrementaba la detección del ganglio centinela y una detección bilateral. También explicó que permitía encontrar ganglios centinela en zonas atípicas en las que, por lo general, no se diseminaba el tumor.
Gracias a la biopsia del ganglio centinela, se extirpa y examina el primer ganglio que drena un tumor para saber si existen células cancerosas. Si el resultado de la biopsia es negativo, el cáncer no se ha diseminado, pero si el resultado es positivo, se puede pensar que la enfermedad se ha extendido.
Iacoponi explicó que para identificar el ganglio centinela era preciso inyectar una sustancia capaz de moverse por los canales linfáticos. Para esto de usaba azul de metileno, un colorante, o tecnecio 99, un radiofármaco. A estos marcadores se añade ahora la florescencia con el verde de indocianina, capaz de verse con una cámara infrarroja, puntualizó la ginecóloga.
“El verde de indocianina está demostrando altas tasas de detección similares o mayores a la técnica combinada por lo que se está comenzando a sustituir la técnica combinada por la inyección de verde de indocianina exclusivamente”, concluyó.