Según el hospital, este aparato de tomografía computarizada de alta precisión permite obtener miles de imágenes con un grosor submilimétrico (0,62 milímetros) para conseguir una reconstrucción de alta definición de forma ultrarrápida y reduciendo la radiación que recibe el paciente hasta en un 82%.
Un bogavante, un buey de mar, un pez gallo o un pollo son algunos de los animales que han pasado por el dispositivo de tomografía de alta presión de Quirónsalud, que también ha escaneado otros objetos cotidianos, como un ordenador portátil, un teléfono móvil y una cámara de fotos.