Según ha informado la agencia SINC, en la investigación han participado 210 adultos jóvenes, de los que se ha medido la arquitectura, la actividad, la conectividad y la topografía de la corteza del cerebro a través de resonancia magnética. Posteriormente, los científicos han utilizado un software para integrar toda la información y elaborar un novedoso mapa del córtex cerebral.
Hasta ahora, dadas las dificultades técnicas existentes, la mayoría de los estudios se centraban en alguna medir la conectividad, la función o la arquitectura del cerebro; el resultado era un plano incompleto no reproducible. En esta ocasión, sin embargo, se ha conseguido un mapa del córtex cerebral preciso y de alta resolución en el marco del Human Connectome Project (HCP), financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental estadounidense, entre otros.
A través de este trabajo, los investigadores han identificado 180 áreas corticales específicas. De ellas, 83 se habían descrito con anterioridad; sin embargo, 97 son nuevas. A pesar de la variabilidad de cada individuo, el mapa de la corteza del cerebro se ha validado tanto en los 210 participantes como en otros tantos voluntarios de control.
Para los autores, la información que aporta este estudio puede contribuir a explicar cómo evolucionó la corteza cerebral y las funciones de sus áreas especializadas en salud y en enfermedades. Asimismo, plantean la posibilidad de que los hallazgos puedan aplicarse a la cirugía del cerebro.
De acuerdo con Matthew Glasser, profesor de Neurobiología de la Universidad de Washington y uno de los investigadores principales, además de en neurocirugía, este nuevo mapa del córtex cerebral podrá también utilizarse para indagar sobre la evolución cognitiva de los seres humanos en comparación con otros primates.