“La evidencia científica actual sugiere que, además del cáncer de piel, pueden existir otras enfermedades cuya aparición se vea favorecida por la exposición a la luz solar, como es el caso de la enfermedad autoinmune”, advierte la Sociedad Española de Reumatología (SER) en una nota de prensa. La radiación UV, explican, puede alterar la expresión de las células inflamatorias, aumentar la dificultad para tratar las infecciones, e incrementar la expresión clínica de afecciones caracterizadas por fotosensibilidad.

Así, por ejemplo, la exposición solar puede jugar un papel importante en el inicio de la dermatomiositis o a la hora de desencadenar nuevos episodios en pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES). A pesar de todo ello, la exposición a la luz solar es fundamental para la síntesis de vitamina D; de manera que la SER recomienda a los pacientes con enfermedad autoinmune “tomar el sol pero con moderación”.

Los pacientes de enfermedad autoinmune no están solos frente a los peligros de la radiación ya que los protectores solares han demostrado una gran capacidad para reducir la trombocitopenia, las hospitalizaciones y la afectación renal de pacientes con lupus. De nuevo, “esto sugiere que la atenuación de la exposición a la radiación solar reduce la severidad de la enfermedad autoinmune”, consideran los expertos.

La sociedad también ha querido recordar a sus enfermos que algunos tratamientos a base de metotrexato, dolquine, tiacidas y derivados de los salicilatos, pueden empeorar la fotosensibilidad del paciente autoinmune. Tampoco en estos casos es necesario dejar de tomar el sol, pero sí evitar hacerlo de forma directa y prolongada así como incorporara una serie de precauciones adicionales. La doctora Fabiola Ojeda ha elaborado un decálogo al respecto:

  1. Usar gafas de sol.
  2. Usar gorra o visera.
  3. Evitar las cabinas de bronceado.
  4. Restringir el consumo de alcohol.
  5. Consumir habitualmente bebidas no azucaradas.
  6. Aumentar el consumo de frutas con alto contenido en agua.
  7. Aplicar crema solar con protección 50+ en áreas expuestas cada 2 horas.
  8. Vestir prendas de ropa frescas que protejan la zona del escote y los brazos.
  9. Consultar con el reumatólogo ante el efecto adverso de cualquier fármaco o exposición solar.
  10. Limitar el tiempo de exposición solar y evitar las horas con mayor incidencia de rayos solares.