Para conocer cómo afecta la fragilidad tras pasar por la UCI, un grupo de investigadores de la University of Sheffield analizó a 7.732 adultos de entre 17 y 104 años que habían sido ingresados en la UCI de 2 hospitales de Sheffield. Los científicos analizaron los efectos de la fragilidad en el riesgo de muerte durante los 3 años siguientes a la hospitalización.
Entre todos los pacientes, 1.726 fueron considerados frágiles, con una edad media de 72,5 años. Los resultados mostraron que el 40% de los pacientes frágiles había muerto un año después de la admisión en la UCI en comparación con el 15% de los pacientes no frágiles. Asimismo, aquellos con fragilidad tenían el doble de probabilidades de morir al año siguiente de su ingreso en la UCI.
Estos resultados se confirmaban después de realizar el ajuste de otros factores como la edad, el número de órganos afectados durante la estancia en la UCI y otras comorbilidades como la metástasis o la insuficiencia renal. Los pacientes frágiles también tuvieron casi 2,5 veces más de riesgo de hacerse dependientes de otras personas tras el alta hospitalaria y de necesitar atención institucional.
“Nuestros hallazgos sugieren que ser frágil se asocia con peores resultados tras superar una enfermedad crítica y que ello podría afectar a la toma de decisiones respecto a la atención adecuada de los pacientes. Este estudio debe mejorar los esfuerzos de investigación y de calidad centrados en la atención de los pacientes frágiles”, aseguran los autores en un comunicado.