Según explica el autor principal, Benjamin Friedman, los resultados de este estudio confirman que el uso de más medicación no tiene por qué mejorar el dolor agudo de espalda. La investigación mostró que, una semana después de dar de alta al paciente en el servicio de urgencias, el dolor agudo de espalda se había aliviado de igual forma en los pacientes que habían recibido el tratamiento de diazepam y naproxeno, y en aquellos que habían recibido placebo y naproxeno. 3 meses después de la visita a urgencias, la mayoría de los pacientes se había recuperado completamente, independientemente del tratamiento administrado.
Para alcanzar estas conclusiones, los autores del estudio seleccionaron de forma aleatoria a 114 pacientes que habían acudido a los servicios de urgencias con dolor agudo de espalda, y los dividió en 2 grupos: el primero de ellos recibió un tratamiento combinado de naproxeno y diazepam; mientras que el segundo fue tratado con placebo y naproxeno. Una semana después, el grupo de diazepam mejoró en 11 puntos en el Roland Morris Disability Questionnaire, al igual que el grupo de placebo.
El 31,5% de los pacientes tratados con diazepam reportaron dolor moderado o severo una semana después del tratamiento. En el grupo de los pacientes tratados con placebo este porcentaje fue del 21,8%. 3 meses después de iniciar el tratamiento, el 12% de los pacientes tratados con diazepam y un 9% de los tratados con placebo reportaron dolor de moderado a severo. Los autores concluyen que las diferencias no son clínicamente o estadísticamente significativas.