El estudio señala que en muchas ocasiones los cirujanos son reticentes a que los pacientes se marchen a casa justo después de la operación y prefieren tenerlos en observación, especialmente si los pacientes viven solos. Sin embargo, la investigación revela que las personas que viven solas se recuperan sin que haya ninguna variación en la ratio de complicaciones.
“Los pacientes con los que hemos llevado a cabo el estudio se mostraban felices de estar en casa durante su recuperación, aunque no tuviera a nadie esperándoles”, señala William J. Hozack, uno de los autores del trabajo. El estudio se ha basado en el seguimiento de 769 pacientes intervenidos entre 2015 y 2016. De esta muestra, 138 pacientes vivían solos.
En ambos grupos la edad media era de 75 años y, según los resultados de la investigación, los pacientes que no tenían a nadie en casa no experimentaron una recuperación más lenta o complicada. Los médicos señalan que no hubo diferencias significantes en aspectos posoperatorios, como dolores, y que la satisfacción con los resultados de la operación de los pacientes que vivían solos era igual a los que vivían acompañados.