De acuerdo con los autores, los pacientes cada vez demandan más realizar deportes de alto impacto tras someterse a una cirugía de cadera; sin embargo, la literatura es escasa en general, e inexistente en el caso del triatlón o el Ironman. El trabajo tenía como objetivo determinar si es posible volver a este deporte tras la cirugía y a qué nivel.
Para cumplir con este objetivo, se realizó un estudio retrospectivo en el que se incluyó a 48 pacientes (43 hombres y 5 mujeres) a los que se había colocado 51 implantes de cadera. Todos los resultados clínicos mostraron una mejora significativa y no hubo casos de luxación de los implantes.
Todos los pacientes habían participado al menos en una competición antes de la operación. Del total, 45 pacientes volvieron a practicar deporte tras la cirugía de cadera. Las tasas de retorno fueron del 79% en natación, el 85% en ciclismo y el 69% en carrera. Durante el seguimiento (4,7 años de media), 28 pacientes participaron en un Ironman (58%). No hubo diferencias en el desempeño medio anterior y posterior a la cirugía de cadera.