Dado que los pacientes de diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de sufrir úlceras e infecciones, la AEM ha considerado necesario incluir en advertencias sobre el riesgo de amputación en el prospecto de estos fármacos.
Así mismo, ha reiterado a los pacientes la necesidad de “revisar sus pies con regularidad y atender a las recomendaciones profesionales sobre las rutinas preventivas”, según recoge la agencia de noticias Xinhua.
También los propios médicos deben “considerar la posibilidad de suspender el tratamiento con canagliflozina si el paciente presenta complicaciones significativas”, ya que, además, “hasta ahora no se conoce en profundidad el mecanismo por el que esta sustancia puede aumentar el riesgo de una amputación”.
La entidad encargada de revisar la situación de los inhibidores SGLT2 ha sido el Comité de Evaluación de Riesgo para la Vigilancia de los Fármacos de la AEM, y sus recomendaciones han recibido el apoyo del Comité para Productos Medicinales para Uso Humano (CPMUH).
El siguiente paso, según informa la agencia, será enviar las conclusiones la Comisión Europea para promover una decisión legalmente vinculante en toda la Unión Europea.