Como cuenta GeekWire, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos) está desarrollando un dispositivo portátil para detectar y pulverizar las piedras sin necesidad de radiografías ni cirugía. De esta forma, se simplifica el proceso, descartando del mismo las aparatosas máquinas de rayos X que normalmente se usan para diagnosticar las piedras y los equipos para realizar las litotricias por ondas de choque extracorpórea con los que se tratan los cálculos habitualmente en los hospitales.
Los científicos estadounidenses han adaptado esa última tecnología para crear Burst Wave Lithotripsy (BWL), un dispositivo de pequeño tamaño que consigue eliminar las piedras del riñón sin cirugía usando ultrasonidos. Según explican los investigadores, la diferencia básica es que este nuevo aparato emite ondas menos intensas, pero más frecuentes. Sería algo así como usar un cincel en lugar de un martillo, explica Anne Zwaschka, que participa en el estudio.
De acuerdo con la NASA (que financia la investigación a través del Instituto Nacional de Investigación Biomédica Espacial), las alteraciones en el estado de hidratación y en el metabolismo de los huesos de los astronautas durante un viaje espacial pueden incrementar el riesgo de desarrollar piedras, con las consecuentes complicaciones. Esta situación, de hecho, ya se ha dado en la Estación Espacial Internacional.
Allí es donde quieren enviar este nuevo dispositivo, aún en desarrollo. Después de encontrar la manera de focalizar las ondas, el equipo va a empezar a probarlo y analizar los posibles efectos adversos de su uso, que podría extenderse a otras aplicaciones más allá del tratamiento de los cálculos renales o urinarios. Frenar hemorragias o reforzar huesos son solo un par más de las posibilidades que ofrece el BWL.