El estudio, presentado en el último congreso de la Sociedad Andaluza de Nefrología, incluyó a 97 donantes vivos con una media de 50 años de los que se habían recogido datos en el momento del trasplante, un año después, a los 2, a los 5 y a los 7 años. Se estudió la función renal y las comorbilidades.
La creatinina media pasó de 0.8±0.16 mg/dl a 1.12±0.22 mg/dl en el primer año; a partir del segundo año, el filtrado glomerular se estabilizó. También se detectó un incremento de la albuminuria al año y en el segundo año, del potasio al año y del ácido úrico a lo largo del seguimiento.
Al inicio, un 12,2% tomaban hipotensor y un 7,8% estatinas. Solo en el primer año, aumentó un 7% la toma de hipotensores y un 8,9% la de estatinas. Durante el seguimiento, un 8,7% de los donantes vivos fueron intervenidos por hernia en la herida quirúrgica, 4 fallecieron y 9 tuvieron tumores.
Tras analizar los datos, los investigadores concluyen que el filtrado glomerular se deteriora en el primer año, con mejoría a largo plazo. La edad y ser varón se relacionaron con una creatinina más elevada, mientras que la hipertensión arterial se relacionó con un incremento de la albuminuria.