Según recoge Infosalus, el trabajo tenía como objetivo evaluar la calidad del semen de los hombres jóvenes concebidos con dicha técnica por infertilidad masculina hace entre 18 y 22 años. La investigación reveló que este grupo, formado por los 54 que accedieron a participar, tenía 2 veces menos espermatozoides que aquellos hombres de la misma edad concebidos de forma natural.
Asimismo, la cohorte registró 4 veces más de probabilidades de tener recuentos totales de espermatozoides por debajo de 39 millones por mililitro de semen que los nacidos por concepción espontánea. También fue 3 veces más propensa a tener concentraciones por debajo de 15 millones por mililitro de semen; esa es la cantidad que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera normal.
Estos resultados no han sorprendido a los investigadores, según ha explicado uno de los autores, André Van Steirteghem. En ese sentido, ha aclarado que antes de realizar el tratamiento se informa a los futuros padres de que los hijos pueden tener los mismos problemas de fertilidad que su progenitor. La infertilidad, por tanto, se transmite en cierto grado.